viernes, 14 de mayo de 2021

El cine a la francesa: la Nouvelle Vague

UNA HISTORIA

DEL CINE

PARA NIÑOS

DE 0 A 99 AÑOS:

DE CAHIERS DE CINEMA

AL CINE PROFESIONAL



Durante la II Guerra Mundial se prohibió en Francia la exhibición de todo el cine que no fuera francés. De esta forma, se produjeron muchas películas de baja calidad que de otra forma nunca se hubieran asomado a la pantalla. Esta circunstancia creó una década más tarde una generación de periodistas cinegráficos que manifiestan un claro rechazo del cine tradicional francés, No les tembló el pulso y lo tildaron de rutinario y de nefasto. Estos críticos jóvenes pensaban que, para que una anquilosada industria como la francesa hiciera malas copias de películas norteamericanas, mejor era valorar las películas originales de una industria verdaderamente poderosa y buscar otros medios de expresión acordes a las posibilidades de una nueva Francia. Pero, no todo eran críticas y menosprecio a la industria patria, se reconocieron también como modelos a seguir algún director como Jean Renoir, Robert Bresson o Jacques Tati.


Empezaron a escribir en otras revistas, como el semanario Arts, hasta que André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca publicaron desde 1951 Cahiers de Cinema, con su amarillo chillón como fondo de la portada que les diferenciaba del resto de publicaciones, y se convirtió en el referente de una serie de jóvenes críticos cinematográficos que no se quedaron en la mera denuncia de una situación que no le gustaba, sino que aprovechando el trampolín que les daba la revista, más en concreto su mentor André Bazin, no se limitaron solo a la crítica desde una especie de torre de marfil, sino que predicaron con el ejemplo y se lanzaron a la arena poniendo en práctica sus teorías. Así nace la Nouvelle Vague (Nueva ola), nombre inventado en el año 1958 por François Giroud, en un artículo de la revista L´Express, para describir a este grupo de jóvenes cineastas franceses que debutan brillantemente, al margen de las corrientes tradicionales de la profesión. Lo mejor de todo es que sus postulados revolucionarios y vanguardistas han superaron la prueba del tiempo dejando huella indeleble y hoy reconocemos sus postulados en muchas de las películas que hoy vemos.



Antes de entrar en las características de este movimiento cinemático hablar de la gran contribución de Bazin y del grupo a la historiografía cinematográfica, la creación del concepto de autoría a la hora de juzgar el valor de una película a partir del verdadero creador de la misma, siempre en su opinión: el director. Para diferenciarlos de los simples artesanos, un director con mayúsculas tenía que desarrollar a lo largo de toda su cinematografía una serie de temas que se repitieran de una forma o de otra en todas sus producciones. Así, su estilo podía ser reconocido y le otorgaría una maestría o excelencia que le distinguiría del resto de autores.

 

André Bazin

Eso sí, los chicos de la Nouvelle Vague hicieron de la necesidad una virtud. Las producciones que podían poner en pie eran necesariamente de bajo presupuesto, lo que no era un impedimento insalvable si utilizaban la imaginación en vez del dinero del que carecían. No había ni ganas, ni dinero para alquilar un estudio, pero tenían a su disposición el plató más grande, París. El rodaje en #localizaciones reales fue de obligado cumplimiento para dotar a los films de un realismo a ultranza. No había ya ninguna excusa para entrase en el cine la vida misma.


No había nada sagrado y todo podía casar dentro del encuadre. Y al siguiente fotograma podía entrar todo lo contrario. Los guiones podían ser papel mojado en cualquier momento. Era muy del gusto de los guionistas dejar libertad a los actores que interpretaban en improvisar los diálogos en cualquier momento de la acción. Esta desenvoltura narrativa y unos diálogos muy provocativos se conseguían la mayoría de las veces con la #cámara en mano y con la utilización del #plano secuencia.  Desterraron la utilización del trípode y otras fijaciones al suelo si habían de seguir a unos personajes inquietos que no podían quedarse quieto. Por eso mismo el #sonido directo obligado se resentía en numerosas ocasiones. Pero, tampoco importaba demasiado porque les confería a sus obras la espontaneidad y la desenvoltura que andaban buscando. 

Raoul Coutard, director de fotografía de la Nouvelle Vague
 

Para estos cineastas su película no tenía un armazón previo. A partir de ahí, cualquier posibilidad tenía cabida, cerraban a nada. Así, Jean-Luc Godart inventará el jump cut, es decir la ruptura del tempo interno dentro de la escena con elipsis innecesarias. Es algo buscado por el director para darle ahora naturalidad a su narración. Alguien inventó la anécdota del bueno de Jean-Luc cuando acabó el rodaje de À bout de soufle, (Al final de la escapada, 1959) y le salió una película más de dos horas de duración y la obligaron los productores a reducir el metraje a noventa minutos y él ni corto ni perezoso recortó aleatoriamente los metros de fotogramas necesarios y así nació el estilo sincopado y deslavazado de la Nouvelle Vague. Pero conociendo a Godard, es descabellado que no tuviera de antes conciencia de lo que estaba haciendo, crear una nueva forma de narrar.

 


A todo los anterior hay que unir la concepción de unos personajes sin rumbo en la vida, que mantienen además unas relaciones de pareja diametralmente distintas a la tradicional, más pasionales, muy intermitentes y en muchas ocasiones sin sentido. Nuevos personajes menos atormentados, más vitalistas, como reflejo de la nueva juventud que eclosionarían en el mayo francés del 68. Para ello, contaron con la aparición de una nueva generación de actores, más relajados, menos marcados por la rutina teatral, como Brigitte Bardot, Jean-Paul Belmondo, Bernardette Lafont. Actores que suplían su falta de experiencia con grandes dosis de frescura.

Jean Paul Belmondo y Jean Seberg

 ¿Quiénes compusieron la Nouvelle Vague? El núcleo duro estaba compuesto por el citado Godard, además del más internacional de todos ellos Françoise Truffaut, Jacques Rivette, Pierre Kast, o Claude Chabrol.. También se suele incluir a sus mayores Jacques Doniot-Valcroze y Eric Rohmer, redactores jefe de la revista cinematográfica; o a otros precursores, por ejemplo, Roger Leenhardt, Jean-Pierre Melville, Georges Franju, Alexandre Astruc, Agnes Varda, una fotógrafa metida a cineasta y única mujer del grupo y, sobre todo, Alain Resnais, que impacta en 1959 con una obra de concepción y dirección revolucionarias: Hiroshima mon amour.


Luego,  también se pueden incluir otros pertenecientes a la generación anterior que, si bien habían dirigido películas, cortos o largometrajes, no estaban comprometidos con el “sistema”, aunque se sumaron al movimiento, por accidente o por conveniencia, aunque rápidamente se abrieron: Louis Malle, Jean-Pierre Mocky, Marcel Camus, Michel Drach hasta Roger Vadim.

Agnes Varda

 

Por último, también se habla, después de 1968, de una nueva Nouvelle Vague que va desde el compromiso político extremo a la búsqueda manifiesta de divertimento o de “naturalidad” con autores como Jean Eustache, André Téchiné, Maurice Pialat, Bertrand Tavenier, Pascal Thomas o Jacques Doillon.

François Truffaut

En definitiva, como ellos se fijaron en el neorrealismo para fundamentar su cine, también servirán de referencia para otros jóvenes como ellos en otras latitudes que quieren hacer algo distinto: los Angry Young Men británicos, el Nuevo Cine Alemán o, incluso, la Escuela de Barcelona en España. O en las cinematografía de los países más pobres que no tenían los mismos recursos, pero que también querían expresarse: el Nuevo cine latinoamericano, la Federación Panafricana de Cineastas o el emergente Cine en Hong Kong. Es ley de vida.
 



NOTA DEL AUTOR: ALGUNA DE LAS LAS FOTOGRAFÍAS Y VÍDEOS ESTÁN EXTRAÍDAS DE INTERNET SIN ÁNIMO DE COMERCIAR CON ELLAS. GRACIAS DE ANTEMANO POR LA AYUDA DESINTERESADA.

 

    En sucesivas entregas haré un recorrido lúdico, aunque exhaustivo sobre la HISTORIA DEL CINE con mayúscula. En un principio, va dirigido especialmente al público más joven, pero luego no excluir a nadie, como reza el título general. Por lo que cualquiera puede leerlo con el ánimo de aprender cosas en esta apasionante historia que todavía no tiene final y que nunca te las habían contado de esta manera.

En este BLOG no va a seguir un orden cronológico, sino que se irán desgranando los capítulos de forma aleatoria, ateniendo a mis gustos personales y a las anécdotas que vayan surgiendo. Más adelante, si es menester toda la obra se puede editar en libro siguiendo los cánones cronológicos al uso.

No te pierdas esta increíble aventura, que será el comienzo de una larga amistad…


Próximas entregas

  • Los otros géneros cinematográficos (5/5)
  • Cine inglés: de la Ealing a los chicos airados
  • The Americam Wife Live: La comedia screwball
  • Actrices de leyenda 

 

#localizaciones se denominan a los elementos naturales y constructivos ya preexistentes antes de la realización de una película y que no se ha realizado en un estudio, pero que hay que acondicionar mínimamente para dar el pego en el rodaje de las secuencias en exteriores.

#cámara en mano es cuando se rueda con la cámara llevándola encima un operador y sin utilización de trípode ningún otro artilugio mecánico para fijar no al suelo. Antes de la invención de las cámaras modernas stadycamp os planos resultantes podían salir temblorosos por el movimiento del cameraman siguiendo a los actores.

#plano secuencia es aquel plano que se alarga en el tiempo fílmico de forma indefinida y en el que está prohibido hacer cortes de cámara ni de montaje, ya que se debe rodar a tiempo real, todo de una sola toma y sin equivocarse.

#sonido directo es la grabación directa del sonido sin manipulación en la mesa de mezclas, aunque se corra el peligro de que no se oiga bien durante toda la secuencia, o haya desequilibrio entre una y otras voces, o se puedan meter por medio ruidos imprevistos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario