viernes, 2 de julio de 2021

Las andanzas del cine sonoro en la II República

UNA HISTORIA

DEL CINE

PARA NIÑOS

DE 0 A 99 AÑOS:

EL CINE SONORO

ESPAÑOL Y LA

II REPÚBLICA 




En suelo patrio todo se hace a la manera española, sin necesidad de una base, más tarde que los otros y deprisa y corriendo para terminar. Con el cine parlante no iba a ser distinto. Solo se salvó el sector de la distribución, que se adaptó con rapidez al nuevo modelo de representación ya iniciado el año 1928, mientras que la producción no acabó de arrancar y solo se reinició con continuidad a partir de 1932.


El sistema sonoro con el que los hermanos Warner rompieron la banca era el de la sincronización de la película muda con unos discos con la música y los diálogos. En un principio fue asumible con rapidez. Se rodaba la película muda y luego se le añadía el sonido que era lo novedoso aunque los resultados fueran mediocres. Con montar un buen estudio de grabación sobraba. Lo difícil era montar un estudio cinematográfico sonoro para grabar el sonido al mismo tiempo que la película, ya que se necesitaba mucho dinero. Y los inversores en España han brillado siempre por su ausencia.


Una vez terminada la Exposición Internacional de Barcelona 1929, uno los edificios que se construyeron en Montjuic, el Palacio de la Química, fue acondicionado para crear en ellos los primeros estudios españoles. Pero había un fallo, faltaban los equipos de sonido. En principio, se alquilaron a una empresa francesa comandada por Camille Lemoine, quien trajo un camión con los equipos para rodar una película, Pax, que luego se suspendió. Para que Lemoine no se fuera con el camión, el director Francisco Elías improviso en dos semanas la que iba a ser la primera película sonora hecha en España, El último día de Pompeyo (1932). Menos mal que pronto las productoras quisieran rodar allí y se instalarán definitivamente los equipos sonoros, en lo que serían los Estudios Orphea, primeros estudios de cine parlante que se crearon en España.


La creación de los Estudios CEA en también tuvo su historia de una quimera que se convierte en un modesto estudio. Empezó siendo anunciado como una emisión anónima de acciones, todavía no estaba inventado el Crowdfunding. Se aspiraba a un capital de cuatro millones de las antiguas pesetas y que fuera patrocinado por autores literarios de renombre (Los hermanos Álvarez Quintero, Pedro Muñoz Seca, Carlos Arniches o el Premio Nobel Jacinto Benavente), que ponían en juego nada más que su nombre, sus buenas intenciones y nada de dinero, por lo que no se consiguió cubrir ni un millón del capital inicial. 

Maqueta del proyecto de los Estudios CEA en la revista Popular Films

Al final y con un considerable retraso los magníficos estudios se quedaron en los más que modestos estudios sitos en la Ciudad Lineal de Madrid que, eso sí, junto a los Orphea barceloneses y otros que se construyeron después consiguieron que de las 6 películas de 1932 se convirtieran en 17 en 1933, 21 en 1934, 37 en 1935 y 28 hasta julio de 1936. Para ser una industria modesta como la española la cifra de producción fue significativa para los problemas que arrastraba el país en la convulsa Segunda República.

Publicidad de una segunda emisión de bonos también fallida para los Estudios ECESA en Aranjuez

Una vez construidos los Estudios, se crearon a lo largo de la década de los años treinta varias casas productoras, que solo necesitaban un modesto capital para realizar películas. Entre otras citas dos: Star Films, que fuera dirigida por una mujer, RosarioPi, figura poco resaltada en nuestro cine por ser precursora, además de la producción, en la dirección, ya que le debemos que también dirigiera la película El gato montés (1934). 


Por otro lado, Vicente Casanova (que tenía una empresa distribuidora de las películas de la Columbia) consiguió pasarse a la producción creando y encumbrando la casa productora más importante que haya existido nunca en esta vieja piel de toro. Esta familia, que hasta en eso quería emular las productoras americanas, teniendo en nómina autores directores y demás personal para la confección de una película. La mítica Compañía Industrial Film Española, S.A. (CIFESA) pervivió la Guerra Civil y puedo continuar su destacada labor durante el franquismo.


Aunque se hicieran todas esas películas, el nivel medio no fue muy alto: ni se iba sobrado de medios, porque los inversores querían el éxito fácil para recoger beneficios de forma inmediata; los temas eran los mismos que en el cine mudo, las obras musicales, es decir, las zarzuelas, con el añadido, ahora sí, sonoras, y la concepción del mundo que querían reflejar era muy conservadora y lleno de tópicos o de folklore barato. Aun así, el público respaldaba estas películas, en espera de otras que nunca llegarían y, si la Guerra Civil no hubiera dinamitado todo, podría haber mejorado y explorado nuevos caminos por la llegada de gente más joven.

Escenas de Boliche (Francisco Elías, 1933) en los Estudios Orphea

Un tanto fuera de la realidad, el maltrecho mundillo cinematográfico español tenía puesta la mira en el modelo norteamericano, aunque las condiciones en nuestro país no fueran, ni de lejos, parecidas. Se pensaban que con buenos propósitos podríamos crear un pequeño Hollywood en España. En lo que sí éramos potentes era en la prensa cinematográfica, que se encargó en publicitar las excelencias del cine norteamericano sin mayor profundización, hasta que asomaron las primeras películas españolas y se hicieron a la idea de que aquí podíamos hacer lo mismo, crear un #Star System de andar por casa encumbrando a actores, actrices y directores porque sí. 

Estrellas olvidadas: Raquel Rodrigo
Estrellas olvidadas: Maruchi Fresno

Al mismo tiempo, hubo otro grupo de periodistas (Augusto Ysern,  Antonio del Amo Algara, Mateo Santos, los tres en la revista Popular Films, Tomás G. Larraya en Films Selectos, Juan Piqueras en Nuestro Cinema o Florentino Hernández Girbal en Cinegramas) que señalaron las muchas deficiencias de nuestro cine y el camino a seguir, si queríamos que nuestro cinema patrio fuese mucho mejor del que se hacía, por lo que alguno de ellos fue llamado al orden.

Tomás G. Larraya


Mateo Santos

Florentino Hernández-Girbal

A pesar de todo lo dicho, se pueden resaltar en el Cine republicano algunos directores destacados y un puñado de películas reseñables. Por un lado, destacar a Florián Rey, que estuvo casado con su actriz fetiche Imperio Argentina, a la que le preparó dos vehículos de lucimiento, Nobleza baturra (1936) y Morena Clara (1936). Todavía en el mudo tuvo otro éxito con La aldea maldita que quiso hacer otra vez en el sonoro, pero ya no fue lo mismo

Imperio Argentina en la portada del número extraordinario de la revista Cinegramas

Luego, estaba Benito Perojo, que era el más europeo de los directores, quien ya había probado el éxito en el cine mudo con Malvaloca (1926) y que volvió a triunfar en el sonoro con El hombre que se reía del amor (1933) o La verbena de la paloma (1935). 


Por último, la figura más internacional que ha dado nuestro cine, el genio de Calanda. Luis Buñuel se inició en el cine mudo en Francia con dos obras mudas vanguardistas, Un perro andaluz (1929) y La Edad de Oro (1930), dos obras hondamente surrealistas que causaron escándalo y admiración a partes iguales. Luego, filmó un documental que sorprendió porque no fue un condescendiente con el espacio que retrataba, sino crítico sobre la situación por la que pasaba la zona más pobre de España. Las Hurdes. Tierra sin pan (1934) fue un jarro de agua fría que le privó de dirigir más en España ni durante la República, ni durante el Franquismo, hasta que en 1961 volvió del exilio para filmar una obra maestra, Viridiana.

En definitiva, el Cine republicano tuvo sus luces y sombras, como todas las facetas de la vida, que no se pueden reflejar en este pequeño espacio, pero que conforman una página destacable de nuestra Historia del Cine.

He realizado un repaso somero, por no decir telegráfico, que está estudiado en profundidad en mi tesis doctoral

Enlace a tesis doctoral: https://aitorh66.blogspot.com/2012/05/las-revistas-cinematograficas-espanolas.html 

 

NOTA DEL AUTOR: ALGUNA DE LAS LAS FOTOGRAFÍAS Y VÍDEOS ESTÁN EXTRAÍDAS DE INTERNET SIN ÁNIMO DE COMERCIAR CON ELLAS. GRACIAS DE ANTEMANO POR LA AYUDA DESINTERESADA.

 

    En sucesivas entregas haré un recorrido lúdico, aunque exhaustivo sobre la HISTORIA DEL CINE con mayúscula. En un principio, va dirigido especialmente al público más joven, pero luego no excluir a nadie, como reza el título general. Por lo que cualquiera puede leerlo con el ánimo de aprender cosas en esta apasionante historia que todavía no tiene final y que nunca te las habían contado de esta manera.

En este BLOG no va a seguir un orden cronológico, sino que se irán desgranando los capítulos de forma aleatoria, ateniendo a mis gustos personales y a las anécdotas que vayan surgiendo. Más adelante, si es menester toda la obra se puede editar en libro siguiendo los cánones cronológicos al uso.

No te pierdas esta increíble aventura, que será el comienzo de una larga amistad…

Próximas entregas
  • Actores de leyenda
  • En el comunismo también caben las brujas
  • El mundo siempre puede ser mejor para Capra (2/2)
  • El cine durante el franquismo
 
 
#Términoscine  
 
#Star systerm es es el sistema de propaganda del cine clásico norteamericano del Sistema de estudios en el que se mide la importancia de la cinematografía del país por el número de actores y actrices que tienen fama mundial y se siguen por un número de fans considerable.

 

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