viernes, 12 de marzo de 2021

De analógico a digital (2/2) Star Wars, Aliens, Gladiator, Señor de los Anillos, Avatar

Una Historia

del Cine

para niños

de 0 a 99 años

De analógico

a digital (2/2)

 

 

Y Lucas creó la galaxia.

 


Se dice que George Lucas tenía la idea original de rodar nueve películas con el título genérico de La guerra de las Galaxias (1977) repartidas en tres trilogías a la manera de los seriales de televisión.  Al parecer se encontró con dos problemas graves, casi insalvables: la financiación y los avances técnicos.

No encontraba apoyo financiero para poner en marcha su película futurista, ni tan siquiera un capítulo y tuvo que echarle más imaginación que cuando escribía los guiones. Al final, propuso a la 20th Century Fox que él como director no iba a cobrar casi nada y que solamente se quedaba con los derechos de #merchandising. A los productores esto le sonaba a chino y quisieron aprovecharse del pobre de Lucas. Pero, les salió el tiro por la culata, porque el bueno de George reinventó algo que ya existía, aunque fuera poco explotado hasta entonces, y que hoy es un pellizco considerable del pastel cinematográfico. Así, nació una esta #Space Opera, pero que no dejaba de ser un sofisticado cuento de niños con buenos y malos, que al final ganan, contra pronóstico, los buenos.

Luego, estaban los inconvenientes técnicos, por lo que según cuenta Lucas empezó por el cuarto capítulo, porque era el que técnicamente se podía poner entonces en pie. Una mezcla de cine analógico, con una dosis del arcaico digital de la época, marcó un antes y un después de la ciencia ficción, prácticamente él y su empresa, Industrial Light & Magic (ILM), inventaron nuevos efectos especiales. Un jugador de baloncesto y dos seres humanos se vistieron de Chewaka, C3PO y R2D2, respectivamente, hasta que con el paso de los años se pudo sustituir el analógico factor humano por la técnica digital al ciento por ciento.

No muy lejos de allí Ridley Scott inició otra exitosa franquicia. Una Space Opera, en esta ocasión no de aventuras, sino de terror, que también empezara con las limitaciones lógicas de la técnica analógica y que cambiaría con los años gracias a los avances digital. A la manera del productor clásico de terror de la RKO, Val Lewton, Alien, el octavo pasajero jugaba con el miedo a lo desconocido que solo se materializaba al final del largometraje. Además de los réditos artísticos, conseguía reducir costes y minimizar las dificultades técnicas de construir el alien para las fechas que corría, el año 1979.


Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=U-mmbStFrAA

Los efector digitales habían llegado para quedarse, aunque fueron incluidos poco a poco en detrimento de los analógicos. De nuevo Ridley Scott y en 1992, dirigirá en esta ocasión “una de romanos” con bastantes efectos digitales de postproducción por una empresa inglesa como The Mill. Después del rodaje de Gladiator se añadieron las fieras en el enfrentamiento entre Máximo y Tigris de la Galia para no poner en peligro a los actores, reconstruyeron la ostentosa Roma imperial por ordenador o multiplicaron el número de los soldados en las batallas o de los espectadores en el Coliseo. Un hecho luctuoso, como la muerte del actor Oliver Reed durante el rodaje, obligó a realizar dos minutos de escenas que faltaban suplantando, con trucos analógicos junto al apoyo digital, la figura y el rostro del actor. Un merecido homenaje en los títulos de crédito a su breve, pero memorable actuación en la peli.


Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=eYclkTC9Ktw

Un nuevo jalón digital fue el escrito por un casi desconocido director neozelandés llamado Peter Jackson a principios del nuevo milenio. Como veinte años antes hiciera Lucas y tras un fracasado intento previo en 1978 de Ralph Bakshi. Jackson tuvo que deambular por las distribuidoras hasta que New Line Cinema le permitió poner en pie nada menos que hasta tres películas de mucho más de dos horas de duración para ilustrar como Dios manda el mundo de J.R.R. Tolkien de El Señor de los anillos. Estamos ya metidos de lleno en el cine digital que obliga a que la postproducción de la película fuera mucho más larga y costosa en el tiempo y en la financiación que el propio rodaje. La distinta altura y morfología de los personajes (hobbits, elfos, enanos, orcos, ents u otras faunas como Gólum, Saurón o Ella-Laraña), los numerosos escenarios naturales y los colosales decorados, o la trepidante acción e imaginería visual de las películas, valieron muy mucho la pena este esfuerzo ciclópeo.


Enlace al origen de los anillos: https://www.youtube.com/watch?v=TjycZ8xMmDk

 Un último ejemplo. Tras su merecido triunfo de #taquilla y de Óscars con Titanic (1997), James Cameron se sumergió (un poquito de humor negro no está de más) en un proyecto más faraónico si cabe que le trajo de cabeza nada más y nada menos que diez años hasta que se pudo ver en las pantallas Avatar y también porque la técnica no era la idónea para las necesidades del proyecto. La historia deja mucho que desear, es la traslación de la historia clásica americana de Pocahontas a una Space Opera (ya puede personar el atento lector la repetición del rimbombante palabro anglosajón) en la que el invasor con remordimientos se enamora de la guapa nativa para escarnio de sus mandos. Pero, la película suple esta rémora con una puesta en escena brillante gracias a unos efectos digitales, que son el verdadero protagonista, con los que se construye un paisaje natural extraterrestre y unos indígenas antropométricamente individualizados. Así se justifican los años de espera para asistir a este canto a la vida natural más pura frente a la vida altamente tecnificada que nos deshumaniza.


Enlace:https://www.youtube.com/watch?v=KYk0zVOAOgQ

El cine digital, en definitiva, nos permite recrear mundo del pasado o imaginar mundos que no existen con muchas más ventajas de satisfacer la sed de verosimilitud de los espectadores, pero no invalidan los añejos turcos analógicos que nos retrotraen a nuestra más tierna infancia del cine los sábados por la tarde.



NOTA DEL AUTOR: ALGUNA DE LAS LAS FOTOGRAFÍAS Y VÍDEOS ESTÁN EXTRAÍDAS DE INTERNET SIN ÁNIMO DE COMERCIAR CON ELLAS. GRACIAS DE ANTEMANO POR LA AYUDA DESINTERESADA.

 

En sucesivas entregas haré un recorrido lúdico, aunque exhaustivo sobre la HISTORIA DEL CINE con mayúscula. En un principio, va dirigido especialmente al público más joven, pero luego no excluir a nadie, como reza el título general. Por lo que cualquiera puede leerlo con el ánimo de aprender cosas en esta apasionante historia que todavía no tiene final y que nunca te las habían contado de esta manera.

En este BLOG no va a seguir un orden cronológico, sino que se irán desgranando los capítulos de forma aleatoria, ateniendo a mis gustos personales y a las anécdotas que vayan surgiendo. Más adelante, si es menester toda la obra se puede editar en libro siguiendo los cánones cronológicos al uso.

No te pierdas esta increíble aventura, que será el comienzo de una larga amistad…


Próximas entregas:


  • Una de música: los géneros cinematográficos (3/5)
  • Orson Welles: del meteórico ascenso al ostracismo más fructífero (1/2) 
  • El marxismo según los Hermanos Marx (3/3)
  • "Cara de palo" Keaton: el impasible Buster

 #términocine

#mercandasing consiste en la venta después del rodaje de una película de todos los artículos o juguetes inimaginables relacionados con los personajes u objetos que se en la misma, para llenar el ansia de coleccionistas o de fetichistas de todo tipo, que haberlos, hay los. Supone una enorme fuente de ingresos meses después de que la peli haya desaparecido del las pantallas.

#Space Opera es una palabrita que nos han prestado los anglosajones para referirse a las grandes producciones, a la manera de una ópera majestuosa, ambientadas en el espacio exterior, en donde puede pasar de todo y no siempre bueno.

#taquilla es la metonimia que se utiliza para designar en términos totales el dinero que se rescaura en las proyecciones de una película. Así, se puede establecer un ranking de las películas que más han recaudado en las taquillas físicas.


 

 

 

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