Mediaciones de éxito
Fórmulas contrastadas de “animación a la lectura” para casa y para educación
Me da un pánico terrible cuando
me hacen la siguiente pregunta: “No hay forma de que mi hijo lea, ¿puedes recomendarme
un libro para que se enganche?” Este artículo quiere arrojar un poco de luz
ante esta cuestión, para que dicha pregunta sea un recuerdo del pasado. Para ello no hay nada mejor que hacer que los
padres sean los propios mediadores ante sus hijos.
¿Qué son los mediadores? En las
actividades para animación a la lectura
se denomina mediador a todo aquel agente que sirve de puente entre los libros y
los lectores. Pero, como todo en la vida, se pueden hacer algunas
apreciaciones.
Por un lado, está la mediación involuntaria, es decir los
padres que de forma intuitiva les leen en voz alta a sus hijos cualquier libro
antes de acostarse. Así, esta lectura, más o menos estandarizada o con
inflexión, trasposición de voces y reproducción
de onomatopeyas, se convierte en un espacio íntimo de conexión directa entre el
padre o la madre con sus hijos.
Por otro lado, se aprecia la mediación institucional, cuando nos
referimos a la actividad alrededor de la lectura que se desarrolla en las
bibliotecas. En este caso hay que diferenciar entre la municipal y la escolar.
La biblioteca de la localidad actúa como catalizador de un número ingente de
las lecturas, unas más apropiadas que otras, pero todas válidas. Deberíamos ir
allí regularmente con nuestros hijos para crear en ellos un respeto por el libro
y por la institución que los contiene. De este modo, romperemos en los hijos la
sensación que transmite el término biblioteca en su sentido literal de mero
“armario de libros”, y transformaremos el libro en un objeto telúrico, digno de
adoración… Me gusta fabular con la idea de que el libro nunca reclama tu
atención, no te llena de propaganda el buzón de casa, ni el de internet, sino
que espera en la estantería hasta que tú lo eliges, es entonces cuando se abre
de lomos y te ofrecerte todo lo que tiene, sin pedirte nada a cambio. Es más,
si decides no leerlo, él volverá a su estante sin ningún remordimiento hacia ti
en espera de un nuevo lector.
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La Bibioteca Municipal de Logroño: Rafael Azcona |
En tercer lugar, existe la mediación cualificada, la desarrollada
por especialistas que forman a nuevos mediadores, en dos variantes: los
talleres que se realizan en ocasiones puntuales y los clubes de lectura que se
reúnen regularmente. En el caso concreto de La Rioja han proliferado ambas
variantes alrededor de un Blog “para los amantes de la Literatura Infantil y
Juvenil” denominado La casa de Tomasa. Las
conocidas como Tomasas han desarrollado numerosos talleres, de forma itinerante
allí a donde las han reclamado a lo largo de la
geografía riojana, acercando, con una maleta (literal) llena de libros, a los
padres su conocimiento sobre la Literatura Infantil y Juvenil y aconsejando las
lecturas más recomendables para los hijos de acuerdo a su edad.
En cuanto a los Clubs de Lectura, a día de hoy muchos
padres se juntan regularmente en distintos puntos y con diferentes nombres. En
Logroño: Todo el mundo va, El color de la mirada y Café con cuentos, en Autol: Autolino, Lino, Lino y en Fuenmayor: El contador de cuentos. ¿En qué
consisten estos talleres? Cada uno tiene su especificidad, por lo que utilizaré
como ejemplo el que yo coordino: Café
con cuentos.
El decano
de todos los clubes actuales, que empezó como taller para padres en
2002-2003, en el seno del A.M.P.A. del colegio Escultor Vicente Ochoa, en el
que como club nos juntamos cada quince días para tratar distintos temas:
conceptos y teorías alrededor de la lectura y de la Literatura Infantil y
Juvenil, autores, ilustradores, editoriales, etc. Como apoyo contamos con 25
cuentos o libros sacados de la biblioteca pública de
Logroño con el carné del A.M.P.A. durante un periodo de un mes. Los leemos con
los hijos y luego compartimos entre todos nuestra experiencia y, al final, nos
los intercambiamos.
Por último, se encuentra la mediación interactiva, la que se
desarrolla alrededor de las Tertulias
Literarias Dialógicas. La literatura con mayúsculas deja de ser un
ejercicio para eruditos y se convierte en literatura compartida por todos. No
se trata de las periclitadas tertulias literarias alrededor de un especialista
que imparte docencia, sino que es un espacio para compartir nuestra experiencia
lectora entre iguales. Para ello, todos han tenido que leer la obra y subrayado
los pasajes que más le han llamado la atención. Cualquiera de los participantes
se erige como moderador de los turnos y se va repasando la obra desde el
principio hasta el final. Hay que leer en voz alta el pasaje resaltado y
explicar por qué te ha llamado la atención, con lo que se inicia una
interactuación entre todos los asistentes alrededor de un mismo aspecto, que se
puede ir ramificando hasta el infinito.
En
resumen, todas estas mediaciones para la animación a la lectura son válidas
para lo que todos aspiramos: hacer participar a nuestros hijos de la lectura.
Además, pueden realizarse de forma simultánea: yo, por ejemplo, participo de
todas estas experiencias y en nuestras sesiones del Café con cuentos también
realizamos algunas tertulias dialógicas literarias. En mi modesta experiencia,
las claves del éxito a que alude el título del artículo residen hacer
partícipes a los padres y a los hijos de alguna (si no de todas) de estas
mediaciones para impulsar su acercamiento al mundo fascinante de la lectura.
Todas las
fotografías están extraídas de internet sin ánimo de comerciar con ellas.
Gracias de antemano por la ayuda desinteresada.
¡Que aproveche! Un
cordial saludo.
Aitor Hernández
Eguíluz
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Tienes que actualizar más a menudo y sobre todo con post como estos. Tengo el recorte de prensa. Esperando nuevo post, no tardes tanto, nos encanta leerte.
ResponderEliminarBesos.
Rita.