viernes, 18 de diciembre de 2020

Una Historia del cine para niños de 0 a 99 años: El tuerto De Toth

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André De Toth (5/5)






El último tuerto de nuestra Historia del cine nació en Hungría como Sâsvári Farkasfalvi Tóthfalusi Tóth Endre Antal Mihály, pero menos mal que en el cine se puso el sobrenombre de André De Toth. Quizá fue el menos ilustre de nuestros tuertos, pero fue el que tuvo que convivir la mayor parte de su vida con solo un ojo por un accidente de niño y mucho antes de dedicarse al cine. A pesar de titularse en derecho, se interesó por el teatro y luego entró en el cine en su país natal en 1931. Como otro de nuestros tuertos, Fritz Lang, tuvo que emigrar después de que los nazis le obligaran a realizar filmes de propaganda durante la ocupación alemana de Hungría en la II Guerra Mundial.

Tras un interludio en Londres, donde trabajó de ayudante de dirección para Alexander Korda, marchó para Hollywood en 1942, primero con la Columbia y después con la United Artists, para desarrollar una carrera de “#artesano”, como definieran los #cahierista. Es decir, De Toth era un director, a la manera de nuestro tuerto Walsh, que aceptaba todos los trabajos que cayeran en sus manos y sin importarle el género y que lo realizaba con mucha profesionalidad y acierto. Menos brillante que Walsh, es verdad que no hay ninguna de sus películas que pudiera ser considerada una obra maestra, pero su filmografía en conjunto es encomiable porque casi todos sus títulos se ven todavía hoy en día con agrado y son bastante entretenidos.

Carátula de El honor del capitán Lex

A mi débil memoria solo viene un título significativo de nuestro tuerto, El honor del capitán Lex (1952) con Gary Cooper, pero la bibliografía especializada habla bien de dos series de películas: las que dirigía a una de sus siete mujeres, Verónica Lake; y los vehículos para el lucimiento de la estrella de segunda fila como Randolph Scott. No obstante, especialista en los géneros de más acción, los films de De Toth están casi siempre protagonizados por héroes que viven sus vidas bordeando más el fracaso que la victoria. La acción con alta dosis de violencia, el suspense manejado con gran habilidad hasta conseguir un crescendo dramático resaltable, son sus mejores cualidades para dibujar buenos personajes que trasmiten tal ambigüedad que no es sencillo catalogarlos como héroes o como villanos.

La principal aportación de De Toth a la historia del cine fue dirigir la exitosa película en #3-D Los crímenes del museo de cera (1953). La tercera de las evoluciones del cinema para conseguir reproducir la realidad a la perfección no ha tenido la misma suerte que sus dos predecesoras.

Imagen del rodaje
El cine parlante y el cinema en color vinieron para quedarse, pero la tridimensión no llegó a cuajar en los años sesenta del siglo XX, ni a principios del nuevo milenio por algunas razones que ahora voy a esgrimir: la incomodidad de tener que visionar toda la película con las gafas puestas, la obligación de diseñar toda la película para el 3-D con objetos en primer plano, o que la realidad tridimensional no está conseguida del todo y la sensación que transmite no es buena. En mi opinión, la tercera dimensión no añade nada al arte cinematográfico, la realidad puede reflejarse y, de hecho, así se refleja a la perfección con tan solo dos dimensiones. Esta película es un perfecto ejemplo de esto que afirmo y de la habilidad de nuestro tuerto. Sin el reclamo del 3-D es una buena mezcla con el ambiente de El fantasma de la ópera, la idea del retorno a la vida de Frankenstein, y la dualidad entre el bien y el de Doctor Jeckil y Mr. Hide que consigue De Toth gracias a la estimable aportación de su protagonista Vincent Price.

El final de su carrera fue como el de tantos, se refugió en la dirección de #telefilms para comer, y escribió sus memorias Fragmentos: Retratos desde el interior. Una carrera no desdeñable para un director que solamente tenía un ojo.


NOTA DEL AUTOR: TODAS LAS FOTOGRAFÍAS y vídeos ESTÁN EXTRAÍDAS DE INTERNET SIN ÁNIMO DE COMERCIAR CON ELLAS. GRACIAS DE ANTEMANO POR LA AYUDA DESINTERESADA.

 

En sucesivas entregas haré un recorrido lúdico, aunque exhaustivo sobre la HISTORIA DEL CINE con mayúscula. En un principio, va dirigido especialmente al público más joven, pero luego no excluir a nadie, como reza el título general. Por lo que cualquiera puede leerlo con el ánimo de aprender cosas en esta apasionante historia que todavía no tiene final y que nunca te las habían contado de esta manera.

En este BLOG no va a seguir un orden cronológico, sino que se irán desgranando los capítulos de forma aleatoria, ateniendo a mis gustos personales y a las anécdotas que vayan surgiendo. Más adelante, si es menester toda la obra se puede editar en libro siguiendo los cánones cronológicos al uso.

No te pierdas esta increíble aventura, que será el comienzo de una larga amistad…


Próximas entregas:

  • Carlitos se hace famoso (2/3)
  • La realidad con actores no profesionales
  • El expresionismo en el cine
  • Una de vaqueros: los géneros cinematográficos (1/5)

 

#términosdecine

#artesano es el director de cine clásico que trabaja a sueldo de un estudio y que sirve igual para un roto que para un descosido, es decir, al que se le confía una obra o termina la que otro ha dejado porque se sabe que a va a realizar con pulcritud y profesionalidad, aunque sin demasiado brillo.

#·3-D es el sistema de exhibición, algo miope porque necesita gafas, que intenta introducir la tercera dimensión en el lienzo cinematográfico dando la poco lograda sensación de volumen a la imagen.

#telefilm es la denominación que se le da a las producciones cinematográficas que se ruedan con menos medios e imaginación y que están destinadas a ser exhibidas en televisión. Se han hecho populares en las nuevas plataformas como Netflix, HBO, Amazon.

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